Hoy, Día Mundial de la Afasia 2021, es el momento para concienciar a la población de que somos seres en relación y que la salud pasa también, por tener acceso al lenguaje y empatía con las personas que sufren una lesión cerebral y medular, y cuyas consecuencias pueden ser la afasia, disastria o disfagia; entre otras muchas. La afasia es un trastorno del lenguaje que se da en alrededor del 30-40% de los supervivientes de un ictus, afectando a alrededor de 2 millones de personas en el mundo, y que provoca problemas para hablar, escribir y leer, y su gravedad puede variar, desde confundir algunas palabras hasta no poder decir ninguna. A raíz de los cambios de hábitos, el escaso contacto personal, las dificultades económicas y laborales, el estrés de la sobrecarga de cuidados; además de las desgraciadas cifras mortales provocadas por el coronavirus, hacen inevitable que la próxima ola, la cuarta, sea la de la salud mental. Las personas que acuden a nuestros centros de neurorrehabilitación han experimentado estas consecuencias sin tener relación con el virus, y es que las situaciones de discapacidad y/o dependencia, tras un daño cerebral o lesión medular provocan situaciones de fragilidad, frustración y tristeza.  Uno de los síntomas que mayor afectación negativa provoca es la afasia, pero esto tiene solución y pasa por terapia intensiva, individual y enfocada a los objetivos manifestados en consulta. Las personas que se someten a procesos de rehabilitación, especialmente con los profesionales de la logopedia manifiestan ganar seguridad y confianza para mantener conversaciones telefónicas o tener mayor facilidad para encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos y emociones. Algunos consejos que nos ofrece José Carlos Fernández, logopeda con más de una década de experiencia atendiendo a estas personas son:
  •     Usa un lenguaje claro y sencillo. Hablar despacio
  •     Dar tiempo a la persona para que hable y formule sus pensamientos 
  •     Utilizar frases y oraciones cortas para comunicarse
  •     Reducir el ruido de fondo y las distracciones
  •     Utilizar gestos claros o dibujos en un papel o pizarra
Si concedemos a las personas con afasia el tiempo necesario para expresarse, observándolas y valorándolas como personas, y no sólo viendo su discapacidad pueden facilitar esa vuelta a la normalidad que nada tiene que ver con la que surgió con la pandemia.