¿Sufres Parálisis Facial? Respondemos dudas frecuentes

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La parálisis facial como indicábamos en el anterior artículo, consiste en la incapacidad parcial o total de realizar movimientos musculares voluntarios en un lado de la cara. Dentro de las parálisis faciales podemos distinguir según la localización de la lesión: entre parálisis faciales centrales y parálisis faciales periféricas, también conocida como parálisis facial de Bell.

Dudas frecuentes sobre la parálisis facial

¿Es lo mismo la parálisis facial y la parálisis cerebral?

No, no debemos confundir los términos. La parálisis cerebral infantil es una discapacidad física producida por una lesión en el cerebro que afecta a la movilidad y la postura de la persona, limitando su actividad. Además, puede ir acompañada de una discapacidad sensorial o intelectual en mayor o menor grado.

¿Todas las parálisis faciales son parálisis de Bell?

La parálisis facial periférica más frecuente es la de causa idiopática o parálisis de Bell, en un 70% de los casos. Otras etiologías menos frecuentes son los traumatismos, infección por virus o la posible causa neoplásica, ya sea por un tumor intracraneal o extracraneal.

¿Qué especialista puede tratarse dentro de un equipo de neurorrehabilitación?

Especialistas en musculatura orofacial como logopedas y fisioterapeutas. Estos profesionales pueden formar parte de un abordaje transdisciplinar aportando conocimientos y técnicas de las distintas ramas dedicadas a dicha patología. 

¿Cuánto tiempo requiere una recuperación de la parálisis facial?

Depende de la gravedad y tipo de parálisis, al existir afectación nerviosa, el tiempo medio de recuperación puede variar entre 4-6 semanas en parálisis con afectación parcial, llegando hasta los 6 meses para la recuperación completa.

Otros síntomas de la parálisis facial

Existen otros síntomas que habría que tener en cuenta en el manejo de la persona con parálisis facial. Estos síntomas pueden variar de una persona a otra, pero caben destacar: alteraciones auditivas (hipoacusia o tinnitus), visuales (xeroftalmia o lagrimeo excesivo) e intraorales, tales como la xerostomía (sequedad intraoral).

Fases y avances de la parálisis facial

Cada vez aparecen más artículos científicos que apoyan otras terapias como: la terapia espejo y la imaginería motora para la rehabilitación orofacial.

En Neuron aplicamos ambas técnicas como favorecedoras de la calidad de vida de estas personas, así como de mejoras a nivel emocional. Esto es algo que hay que tener muy en cuenta, ya que la parálisis facial afecta gravemente en esta esfera.

Fase flácida: denervación del nervio facial

Imaginemos una autovía por la que pasan miles de coches diarios, estos coches corresponderían al impulso nervioso que recorre el nervio. Este tráfico puede afectarse por un corte de la carretera que impida el paso de coches o por el corte de un carril, por lo que el tráfico se ralentiza.

A nivel nervioso ocurre lo mismo, se puede producir un corte del nervio (que requeriría intervención quirúrgica), o compresión del nervio que hace que el impulso se transmita con mayor dificultad y provoque una hemiplejia facial . 

Durante esta fase la musculatura está caída, sin tono y con una imposibilidad para realizar movimientos en frente, ojo, mejillas y boca del lado afecto. 

Cuidado ocular

En esta fase, toma un cuidado primordial el ojo afecto, es muy común la aparición de lagoftalmos (se trata del cierre incompleto de los párpados, el cual produce una exposición del ojo al aire, insuficiente lubricación de la superficie ocular, y en definitiva una desprotección del mismo a agentes externos).

Trabajo de regulación del tono en la hemicara sana 

Cuando se produce una parálisis facial es común que se produzca una hiperactividad del lado sano. Por ello, es necesario un tratamiento terapéutico que favorezca la simetría y regulación del tono, puesto que se genera una hipertonía en diferentes grupos musculares a modo de compensación. Para ello utilizamos técnicas de masoterapia, termoterapia e incluso punción seca en casos más severos de hiperactividad.

Fase de reinervación

Suele darse a los 3 o 4 meses de producirse la parálisis facial. En esta fase se empieza a observar conducción eléctrica que genera movimientos activos por parte del paciente. En este caso ya comenzamos a introducir herramientas que favorezcan ese movimiento activo por parte de la persona.

Es muy necesario, incluir praxias neuromusculares asociadas a herramientas de electromiografía de superficie que permitan visualizar a la persona el movimiento que son capaces de generar. Estas praxias realizadas frente al espejo, pueden favorecer la propiocepción del movimiento realizado de manera simétrica y el control motor sobre el lado sano para evitar la aparición de sincinesias, de las que hablaremos más adelante.

Fase activa: recuperación notable

Alrededor de los 6 meses, empezamos a hablar de una recuperación notable del movimiento activo por parte del paciente. En esta fase debemos tener muy en cuenta la posible aparición de sincinesias, contracciones musculares inadecuadas, involuntarias e inconscientes en la musculatura afectada. Las sincinesias se producen a causa de reinervaciones aberrantes (activación asíncrona de varios músculos del lado afectado, tras la activación voluntaria o refleja de alguno de los músculos faciales).

La intervención en esta fase irá encaminada a disminuir y controlar las sincinesias. Este trabajo lo realizaremos a través de masoterapia, técnicas de control motor, biofeedback.

Además del tratamiento terapéutico, nos gusta destacar la importancia del trabajo combinado, donde es necesario una revisión periódica por parte de: otorrinolaringología, oftalmología, neurofisiología, neurología.

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