Como cada año, hoy 27 de octubre de 2020, celebramos a nivel mundial el Día de la Terapia Ocupacional, con el fin de festejar, promover y dar visibilidad al trabajo que desarrolla la profesión. Con esto se busca generar conciencia, tanto en el ámbito socio-sanitario como en el de la sociedad en general, sobre el impacto que esta rama de la neurorehabilitación tiene a nivel global.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la Terapia Ocupacional como “el conjunto de técnicas, métodos y actuaciones que, a través de actividades aplicadas con fines terapéuticos, previene y mantiene la salud, favorece la restauración de la función, suple los déficits invalidantes y valora los supuestos comportamentales y su significación profunda para conseguir la mayor independencia y reinserción posible del individuo en todos sus aspectos: laboral, mental, físico y social.”
El principal objetivo de la Terapia Ocupacional es capacitar a las personas con limitaciones físicas, cognitivas, emocionales, sensoriales y/o sociales para que puedan llevar a cabo sus actividades cotidianas y conseguir la mayor autonomía y calidad de vida posible.
¿Cuándo nos podemos beneficiar del tratamiento desde la perspectiva de la Terapia Ocupacional?
Cuando una persona sufre una lesión o patología de origen neurológico, puede presentar diferentes dificultades (cognitivas, físicas, emocionales, sociales y/o sensoriales) que repercuten de manera directa en la realización de actividades de la vida diaria (comer, ducharse, vestirse, ir a comprar, trabajar, relacionarse con los demás…). Por este motivo, la rehabilitación del individuo precisa ser abordada por un equipo transdisciplinar y de forma holística, poniendo siempre a la persona en el centro de la intervención.
“Mi Terapeuta Ocupacional, mi cerebro. “ Tríptico Sociedad Española de Neurología (SEN)
El abordaje del Terapeuta Ocupacional (TO) en las patología neurológicas se enfoca en dotar a la persona de capacidades que le permitan mejorar la función y participación en las actividades de la vida diaria. Se puede intervenir en diferentes contextos y entornos, (hospital, domicilio, clínica…) en función de las necesidades individuales y de las demandas de la tarea a trabajar. La ocupación (actividad significativa) es empleada como herramienta de trabajo principal, dotando así a la persona de recursos que le permitan mejorar las habilidades perdidas o deterioradas.
Melania Retuerta Ruiz
Terapeuta Ocupacional
Nº Colegiado: CAM0625