Este 6 de marzo se conmemora una vez más el día Europeo de la Logopedia, donde destacamos su invaluable labor y el compromiso que tienen los logopedas en transformar vidas y promover la salud de los pacientes y cuidadores.
En este día, estaremos reflexionando sobre el papel que cumple esta disciplina en la rehabilitación de pacientes, abordando aspectos claves que van desde trastornos del lenguaje hasta aquellos malos hábitos orales que se producen al tragar, conocido como deglución.
No debemos de dejar a un lado el papel tan importante que desempeñan los cuidadores, en muchos casos, estas personas se convierten en los verdaderos aliados en el proceso de rehabilitación, trabajando directamente con los logopedas y de esta manera brindando el mejor apoyo posible a los pacientes.
¿Qué es lo que hace un logopeda?
La Logopedia es la disciplina sanitaria y por tanto científica, que tiene la responsabilidad de abordar el estudio, la investigación, la prevención, la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento en todas las áreas de la comunicación humana, tales como son el lenguaje, habla, voz, audición y funciones orales no verbales. Esta labor se realiza tanto en sus manifestaciones normativas como patológicas, abarcando todo el ciclo vital de la persona, desde su nacimiento hasta la última etapa de la vida (CPLOL/ESLA, 2013).
En esta materia, resulta especialmente relevante los actuales enfoques funcionales, sociales y comunitarios, los cuales están dirigidos a mejorar la calidad de vida de la persona y su entorno, familiar, escolar, laboral, social, entre otros. Además, en la última década han emergido nuevas necesidades clínicas y sociales a las que la Logopedia, como disciplina y profesión, debe atender (AELFA-IF, 2021). Este año, se ha centrado en dos aspectos fundamentales: el logopeda en su rol transdisciplinar y la importancia de los cuidadores que acompañan a personas en situación de dependencia y/o discapacidad.
El papel del logopeda dentro de un equipo transdisciplinar
Iniciemos con identificar el concepto de transdisciplinariedad, una palabra que aunque no nos resulte familiar en algunas ocasiones no la incorporamos completamente en nuestro día a día. ¿Qué implica trabajar de manera transdisciplinar? En esencia, ser transdisciplinar significa trascender los límites de nuestros propios conocimientos y competencias profesionales. Esto conlleva a adoptar un enfoque holístico, centrado en la persona, integrándonos con otras disciplinas en el ámbito de la rehabilitación neurológica, tal como lo hacemos en Neuron.
Al plantear un objetivo, lo hacemos desde la esencia misma del problema, ya sea una alteración en la deglución o un trastorno del lenguaje. La transdisciplinariedad nos ayuda a identificar los problemas más relevantes y las preguntas de investigación asociadas (Funtowicz & Raventz, 19931), optimizando el trabajo desde diversas áreas y considerando al paciente en toda su complejidad, con sus desafíos, dificultades, oportunidades y metas por alcanzar.
En instituciones sociosanitarias como Neuron, los equipos conformados por disciplinas autónomas como logopedia, neuropsicología, terapia ocupacional y fisioterapia colaboran y comparten sus conocimientos especializados para brindar la mejor intervención posible al paciente. Quienes acuden a nuestros servicios buscan recuperar la máxima autonomía, y esta colaboración multidisciplinaria contribuye de manera significativa a ese objetivo.
Rol del cuidador en la Logopedia
El papel de los cuidadores, o como a menudo se les denomina, «supercuidadores», en el ámbito de la Logopedia, es fundamental y digno de reconocimiento. Estos individuos desempeñan una labor excepcional al acompañar y brindar apoyo constante a aquellos que enfrentan desafíos en la comunicación, el lenguaje, la voz y otras funciones orales.
Ser cuidador, como lo detalla el Colegio Profesional de Logopedas de Madrid, es una labor que posee «matices» y requiere una visibilización adecuada. Este rol es tan crucial que, en muchas instancias, el cuidador se convierte en nuestro co-terapeuta, siendo nuestros ojos y manos cuando no estamos presentes. Sin su colaboración, el proceso de rehabilitación sería difícil de llevar a cabo y no sería tan eficiente.
La labor de cuidador es desafiante, especialmente en nuestra área de especialización, la neurorrehabilitación. Cuidar a una persona con daño cerebral adquirido, enfermedades neurodegenerativas o cualquier lesión que afecte el sistema nervioso implica un desgaste emocional y, en ocasiones físico, difícil de sobrellevar. Quisiera aprovechar este momento para expresar nuestro apoyo y admiración.
Tanto mis compañeras, como yo misma, os invitamos a solicitar ayuda profesional cuando se necesite, para sobrellevar los cuidados, la salud del paciente, y la propia nuestra. Porque para poder cuidar, necesitamos cuidarnos nosotros mismos.2
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A lo largo del proceso de neurorrehabilitación, hemos observado cómo estos cuidadores se involucran activamente en la introducción de la alimentación oral, siguiendo nuestras indicaciones de comunicación, colaborando en el tratamiento y llevando a cabo diversas tareas y ejercicios de motricidad orofacial en el hogar según nuestras recomendaciones. Han sido un apoyo invaluable, proporcionando fotos, vídeos y muestras cuando no podemos estar presentes. Por todo esto y más, queremos dedicar este día también a ellos. Desde todo el equipo de Neuron, solo queremos decirles:
Gracias, porque sin vosotros a nuestro lado, este camino no sería el mismo.
En Neuron, nos esforzamos por brindar a la persona la mayor autonomía posible y cuidamos activamente de esos cuidadores, proporcionándoles ayuda cuando la necesitan.
¿Qué podemos hacer para evitar el Síndrome del Cuidador quemado?
Evitar el Síndrome del Cuidador Quemado implica implementar estrategias y prácticas que fomenten el bienestar emocional y físico de quienes asumen responsabilidades de cuidado34. Aquí algunas sugerencias:
- Establecer límites en las demandas de cuidado, aprendiendo a delegar tareas y pedir ayuda a otros familiares o amigos.
- Promover el autocuidado, manteniendo una buena salud física y mental, y dedicando tiempo a actividades personales y de ocio.
- Participar en grupos de apoyo, para compartir experiencias y recibir apoyo emocional de otras personas en situaciones similares.
- Educar a los cuidadores en técnicas básicas de cuidado y manejo del estrés, proporcionando recursos y guías de cuidado.
- Fomentar la independencia del dependiente, en la medida de lo posible, para reducir la carga sobre el cuidador.
Tras estas palabras, solo nos queda expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos que trabajan en las sombras, contribuyendo al éxito de nuestra labor, porque, sin vosotros, este proceso no sería posible.
Y gracias logopedas por la hermosa, aunque a veces desafiante, labor que desempeñáis.
¡Feliz día europeo de la logopedia!
- Funtowicz, S. O., & Ravetz, J. R. (1993). «Science for the post-normal age» ↩︎
- Fundamentos teóricos para la formación de habilidades del cuidador de pacientes con daño cerebral adquirido (2021) ↩︎
- Síndrome del cuidador quemado ↩︎
- Propuesta de intervención basada en Técnicas Cognitivo-Conductuales y Técnicas de Conciencia Plena para el Síndrome de Burnout y la sobrecarga en cuidadores informales de pacientes con daño cerebral adquirido (2023) ↩︎