La importancia de la atención del ictus desde el inicio

Ictus

El ictus es una enfermedad que causa una emergencia médica debido a que el cerebro sufre una interrupción del flujo sanguíneo y a su vez una pérdida de las funciones neurológicas de las zonas afectadas. Esta situación provoca que esta enfermedad sea la primera causa de discapacidad y la segunda de muerte en España.

Según los estudios, al menos 1 de cada 6 personas a lo largo de su vida sufre un ictus.

Tipos

Los tipos de ictus más frecuentes, y que más tratamos en nuestros centros de rehabilitación Neuron, son:

Ictus Isquémico (80%): se da por una obstrucción en una arteria, bien por un trombo o un émbolo, lo que genera una insuficiencia tanto de oxígeno como de glucosa y nutrientes en las células cerebrales. Si esta insuficiencia se alarga en el tiempo, puede causar una muerte celular y con ello un infarto cerebral.

Ictus Hemorrágico (20%): está causado por la rotura de una arteria cerebral y, por consiguiente, del derrame sanguíneo en el interior del parénquima cerebral.  

Síntomas

Los síntomas de alerta frente al ictus más comunes son: 

• Pérdida de fuerza en un lado del cuerpo.
• Dificultad para hablar.
• Dificultad para sonreír. 
• Hormigueos y pérdida de la sensibilidad. 
• Pérdida de la visión. 
• Dolor de cabeza muy intenso. 
• Desequilibrios e incluso caídas bruscas inexplicadas. 

Todos estos síntomas comienzan con un inicio brusco y en un lado del cuerpo. 

Código Ictus

Cuando aparecen alguno de estos síntomas se activa el denominado: “Código Ictus”, un sistema que permite la identificación, el aviso y el traslado de los pacientes que han sufrido un ictus agudo al centro de referencia más cercano para así reducir el tiempo entre el inicio de los síntomas y los tratamientos de estos. 

Se debe llamar al 112, donde se le recogen los datos por vía telefónica y se le indica el hospital de referencia donde tienen que acudir y al mismo tiempo se avisa a los profesionales de dicho centro para que estén preparados para recibir al paciente. 

Para activar el código ictus deben seguirse unos criterios de inclusión y de exclusión.

• Criterios de inclusión:

• Existencia de déficit neurológico:
  • Puntuación en la escala Cincinnati ≥ 1.
  • Presencia de algunos síntomas o signos de sospecha de ictus 

• Confirmación del intervalo desde el comienzo de los síntomas:
  • Los servicios de emergencia sanitarias confirman el momento del comienzo de los síntomas y es inferior a:
    •  4,5 horas para fibrinólisis intravenosa. 
    • 6 horas para tratamiento endovascular. 
    • 24 horas para la valoración de la perfusión cerebral. 
  • El momento de inicio de los síntomas se considera desde la última vez que se vio al paciente normal. 
  • En el caso del ictus al despertar, se considerará el inicio la última que el paciente se vio despierto y asintomático.

• Criterios de exclusión:
  • Paciente asintomático cuando llegan los sanitarios o cuando llega al hospital.
    • En el caso de que haya existido un déficit neurológico focal transitorio, debe ser tratado de urgencia, pero no con fibrinólisis.
  • No cumple los criterios clínicos del ictus. 
  • El tiempo de evolución de los síntomas es superior a las 24 horas. 
  • Paciente con dependencia o con una puntuación máxima a 2 en la Escala Rankin.
  • Expectativa vital limitada o enfermedad grave avanzada. 

Cada minuto que pasa es importante

• El ictus es una patología tiempo-dependiente, por lo que cuanto antes se inicie el tratamiento, menor será el daño cerebral y menores las secuelas que tenga el paciente. 
• El ictus es un fenómeno dinámico, de manera que el daño causado en las estructuras cerebrales ira aumentando, afectando cada vez mayores zonas del cerebro a medida que pasa el tiempo desde el inicio de los síntomas.

Desde el momento en que empiezan los síntomas hasta que se consigue restablecer el flujo de sangre en el cerebro, cada minuto es importante. Tanto, que se sabe que por cada minuto que pasa hasta que se restablece el flujo cerebral se pierde 1 día y medio de vida sana. Y cada 30 minutos, se pierde un mes de vida sana.

Centro de rehabilitación del ictus

Las guías de la práctica clínica (GPC) recomiendan que la rehabilitación se comience en la fase aguda del ictus tan pronto como se haya establecido el diagnóstico y se haya asegurado el control vital del paciente. 

La rehabilitación permite conseguir una recuperación mayoritaria de las alteraciones que han sido afectadas y, enseñar compensaciones para así aumentar la autonomía y su participación social. 

Se ha demostrado que, cuando el tratamiento se empieza durante la primera semana, el grado de discapacidad es menor y la calidad de vida es mayor en comparación a los que la inician más tarde.

Además, la recuperación de las funciones afectadas depende de la evolución de cada paciente, pero bien es cierto que la mayor parte de mejoría motora se da durante los primeros tres meses, mientras que, otras afecciones como las sensitivas, las perceptivas, el lenguaje o las cognitivas necesita un periodo más largo, entre seis y doce meses. 

La evidencia científica sostiene comenzar la rehabilitación cuando los pacientes están ingresados y al alta, asistir de forma ambulatoria a un recurso especializado para recibir terapia intensiva, (3 horas al día durante unas 4 – 8 semanas) desde un abordaje transdisciplinar.

En nuestros centros Neuron de rehabilitación del ictus en Madrid y Valencia ofrecemos atención al daño cerebral con terapias donde la frecuencia y áreas de intervención (terapia ocupacional, fisioterapia, logopedia y neuropsicología) varía según las necesidades de cada paciente, pero siempre utilizando las guías de práctica clínica y la evidencia científica actualizada como referencia en nuestros programas.